PRUEBA DE INDENTIFICACION PRELIMINAR HOMOLOGADA (P.I.P.H.)

La prueba PIPH o Prueba de Identificación Preliminar Homologada, consiste en la identificación, mediante la utilización de reactivos en forma cualitativa, sencilla e inmediata, general y/o selectiva, de manera preliminar, de sustancias en el lugar de los hechos que orienten la investigación de un hecho punible o sustancias empleadas en la fabricación de estupefacientes.

En la mayoría de las pruebas de color esta relacionado con aspectos particulares de la estructura de la sustancia, pero no es posible explicar el fenómeno que ocurre, y algunas veces, el por qué se presentan respuestas anormales sin razón aparente.
En general se produce un amplio rango de colores difíciles de discriminar ya que el concepto de color, se considera una apreciación subjetiva.
Por lo tanto se ha adoptado un sistema de comparación en el cual se utilizan los diez colores básicos: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, violeta, rosado, café, gris y negro. Sin embargo, se pueden presentar variaciones por la combinación de colores, en este caso, se indican los dos colores que aparecen, colocando en último lugar aquel que predomina.

Los colores obtenidos pueden ser leves, moderados o intensos dependiendo de las condiciones de la prueba, la cantidad de sustancia presente y la presencia de materiales extraños.

Estos de reactivos están diseñado específicamente para abarcar las reacciones de color de: cocaína (en sus sales), marihuana, alcaloides del opio (opio, morfina, heroína, etc.) y anfetaminas y sus derivados (éxtasis, STP, DOB, etc.), mediante reacciones cromáticas (color) denominadas pruebas de campo o bien prueba orientativa - PIPH (Prueba de Identificación Preliminar Homologadas), la identificación de certeza de estas sustancias sujetas a Fiscalización Internacional, deben ser encomendadas a los Laboratorios Especializados en Química Forense mediante los instrumentales de complejidad.

Estos reactivos, son los recomendados por los Laboratorios de la DIVISION ESTUPEFACIENTES DE LAS NACIONES UNIDAS en Viena. El principio es el mismo por más que hayan sufridos modificaciones en su presentación.

Los ensayos son factibles de realizar con pequeñas cantidades de muestra, la cantidad de reactivos a emplear es también pequeña, pero los resultados obtenidos se producen rápidamente y sus colores son perfectamente definidos.

Estos reactivos, se encuentran distribuidos en ampollas de vidrio, herméticamente cerradas, esto asegura que la sustancia química contenidas, no se descompongan ni sufran alteraciones por evaporación o absorción de humedad, manteniendo por consiguiente su vigencia de uso en todo momento. Asimismo al estar cerradas las ampollas se impide el derrame de los líquidos contenidos.

Con los equipo se incluye un diagrama o instructivo para el análisis de una muestra desconocida, que junto a las coloraciones a obtener para cada caso, dará una idea acabada de la probable identidad de la sustancia. Pero si se tiene información o conocimiento de la probable identidad de la muestra, se debe realizar directamente el ensayo que corresponda.

Los reactivos contenidos en las ampollas, algunos son corrosivos, por consiguiente deben manipularse con suma precaución y cuidado.

Si se derrama el contenido de una ampolla o bien toma contacto con la piel, se recomienda lavar con agua en abundancia y rápidamente, a los fines de neutralizar cualquier efecto nocivo que hubiera provocado.