Al golpear fuertemente la superficie de un objeto metálico con un punzón o matriz de acero duro, las fuerzas aplicadas se transmiten a todo el entorno de la zona de penetración del instrumento. Estas fuerzas cambian la estructura microcristalina del metal hasta cierta profundidad, de acuerdo con la intensidad de la fuerza aplicada a la herramienta.
El delincuente que se ha apoderado ilícitamente del objeto marcado, lima o pule el área afectada por la marcación serial, con fin de eliminarla, erradicando el metal hasta el fondo de la penetración.
Lógicamente para que la maniobra fraudulenta pase desapercibida al intentar vender el objeto robado, al realizar un trámite, o al ser sometido a una inspección de rutina, se trata de eliminar la marcación, de quitar la menos cantidad posible del metal constituyente del objeto marcado, de lo contrario, la merma de nivel de la superficie libre del metal, la zona afectada por la maniobra, delataría fácilmente la misma. En casos de armas y piezas de diversos mecanismos, la excesiva disminución de espesor del metal en esa zona podría conducir a su fractura durante el uso.

Revenido

Todo ello explica que, tal como se observa en la figura, la parte del metal afectada en su estructura cristalográfica persista después del borrado de la marcación. Luego de realizar el revenido químico, esta parte será atacada más fácilmente que el resto del metal, lo que provocará la regeneración del número, letra o signo marcado originalmente y borrado luego. Esto se podría describir como el fundamente del revenido químico.
El Revenido Químico es una operación realizada mediante diversas técnicas para restablecer el número de serie original de un objeto o bien. Esta numeración o serial es una secuencia de números, letras, o signos, exclusivas y no repetitivas, aplicadas por los fabricantes a un objeto con el fin de su identificación. La denominación de “revenido” proviene del verbo “revenir” que significa: retornar o volver un objeto a su estado original. No debe confundirse con el término utilizado en el tratamiento de aceros denominado: “revenido” el cual se refiere a una operación metalúrgica. Existen diferentes tipos de métodos empleados para regenerar inscripciones entre estos podemos citar:

  • Revenido Químico
  • Revenido Electrolítico
  • Revenido Magnético
  • Revenido por Cavitación Inducida en Agua
  • Revenido Catalítico

La probabilidad de poder regenerar una numeración serial dependerá de múltiples factores entre los que podemos destacar: Naturaleza del material que constituye el soporte original de la marcación.

  • El sistema utilizado originalmente para realizar la numeración serial.
  • La técnica empleada para adulterar o borrar la marcación original.

Las técnicas de revenido pueden aplicarse sobre diferentes materiales soportes del número serial dando como resultado operaciones de restauración sobre:

  • Metales: Hierro, fundición, acero, aluminio, cobre, oro , plata, platino, bronce.
  • Madera.
  • Cuero.
  • Vidrio.
  • Plástico.

Es por esto que dependiendo la naturaleza del soporte se aplicará una técnica particular, con reactivos y la metodología apropiada. Existen diversos métodos que se aplican para eliminar un número de serie sobre un objeto como son: lijado, pulido, aplicación de soldadura, punteado eléctrico, corrección por adicción o modificación de los dígitos originales (transformar un 3 en un 8) y lamentablemente cada día se descubren nuevas metodologías de modificación. Lo que si es claro es que, la agresividad de la técnica empleada en la eliminación del número de identificación, limitará la probabilidad de regenerar el número de serie original.

Fundamento de la técnica

Mediante diferentes métodos de marcado original por el fabricante se produce una deformación plástica, que corresponde a una distorsión en la estructura cristalina del metal o aleación, lo que genera una alteración de las propiedades físicas y químicas del sector afectado. Esto significa que al agregar reactivos diversos químicos se produce una diferencia en la velocidad de oxidación del metal lo que permite visualizar la inscripción original.
La única consecuencia del proceso de revenido químico es que el objeto portador del número de serie a identificar resulta bastante afectado ya que afecta las características originales del objeto y ciertas determinaciones u observaciones sobre los mismos no podrán ser realizadas una vez efectuado el revenido metaloquímico.
El análisis pericial requiere de mayores dosis de paciencia y perseverancia por parte del perito. Se trata, como se verá de inmediato, de una labor lenta, que exige al ejecutante excelente vista y desarrollado espíritu de observación. El ansioso e impaciente debe ser descartado para este tipo de trabajo, ya que llevaría al fracaso, con el agravante de que tal fracaso es irreversible, ya que la aparición por revenido de las marcas eliminadas es muchas veces fugaz, debiendo éstas ser registradas en el instante preciso, mediante fotografías. Esto significa que un exceso de calentamiento, en tiempo y/o temperatura, o del intervalo de contacto del metal con el reactivo químico, podría conducir a la pérdida de la prueba.
Nunca debe iniciarse el tratamiento del revenido sin efectuarse antes un adecuado registro fotográfico, incluso si es posible, un molde con material plástico adecuado (yeso, plastilina, etc,) de la zona que se va a tratar químicamente. Esto se justifica, en primer lugar, por el hecho de que dicho tratamiento es muy delicado, debiéndose consignar el material de la pericia tal como fue recibido con correspondiente cadena de custodia, por otro lado es frecuente que la operación ilícita de borrado de una marcación serial sea complementada por el regrabado de otra apócrifa, en el mismo en el mismo sitio donde se hallaba la inicial (legitima). El revenido alterará en mayor o menor grado la numeración falsa, por lo que es necesario que ella quede perfectamente registrada, a los efectos legales.
Debe tenerse cuenta además en especial en el caso de automotores, el borrado o el regrabado de blocas y chasis es realizado en oportunidades por organizaciones delictivas que poseen una verdadera infraestructura, por lo cual la verdadera y correcta identificación de la modalidad utilizada en cada caso, permitirá relacionar hechos aparentemente inconexos, teniendo en cuenta la coincidencia del modus operando en lo relativo a punzones, profundidad de las marcas, etc.

Operatividad:
1.- Operaciones Previas:

Se debe prestar bien atención al estudio previo del metal constitutivo de la pieza a tratar. El mismo se realiza en zonas distantes de la afectada por el borrado, sobre las cuales pueden efectuarse ensayos adecuados tendientes a establecer el comportamiento de metal respecto de las técnicas y reactivos a utilizar. Todo ello permitirá luego, al iniciar el revenido propiamente dicho, utilizar la metodología más apropiada para el material (acero en sus distintas variedades, aluminio y sus aleaciones, hierro, bronce, etc.).
Una vez establecido el reactivo adecuado, debe prepararse apropiadamente la superficie a tratar, frecuentemente esta superficie presenta el estriado característico producido por la herramienta utilizada para erradicar el número original (lima, amoladora, lijas, etc.) y como ya se dijo todas las exposiciones deberán ser documentadas con vistas fotográficas, las que será agregadas al informe parcial.
La superficie a tratar debe ser pulida, con el fin de eliminar todos los accidentes mencionados para que no interfieran en la correcta visualización de los números que eventualmente se regenerarán. Sería ideal eliminar también los números regrabados, pero eso a veces no es siempre posible, atento a la profundidad de los mismos, que conduciría a la posibilidad de eliminación de la parte del metal sensibilizada por la marcación original, es decir, aquella que conserva latente los números y letras que deben regenerarse. Como regla general no se debe eliminar más de 0,5 milímetros de espesor del metal a tratar.
El pulido debe ser realizado con papel, tela o pasta de esmeril de grano fino, hasta lograr una superficie perfectamente alisada (denomina superficie especular). Para esta operación pueden usarse máquinas como amoladores, tornos de mano, pulidoras, etc., de grano muy fino y evitando aumento de excesivas temperaturas del metal, ya que podría ser perjudicial para el éxito de la operación final.
Por último, el metal debe ser perfectamente desengrasado mediante un disolvente líquido apropiado (alcohol, cloroformo, xileno, éter sulfúrico, etc.)

2.- Tratamiento Químico:

Sea cual fuese el o los reactivos a aplicar, ya sea con hisopos de algodón o pinceles a temperatura ambiente o previo calentamiento de la superficie a tratar, se aconseja dejar el pincel o hisopo impregnado con el líquido sobre la superficie metálica y se retirará frecuentemente para inspeccionar su efecto (se dice que las marcas investigadas pueden aparecer en intervalos que oscilan entre un minuto y varios días respectivamente, por lo tanto el perito debe ser paciente y estas técnicas no son apropiadas para personas con rasgos impacientes.
Cuando comienzan a aparecer las marcas borradas se renueva el hisopo, se la va la superficie con abundante agua, se seca y se fotografía. Esto debe hacerse en cuanto los rasgos revelados se vean nítidamente. Se recomienda no persistir en el ataque con la esperanza de lograr total claridad, pues se corre el riesgo de perder el resultado ya obtenido, que puede ser de aparición fugaz. Algunos autores en la investigación sugieren aceitar levemente la superficie lavada y seca para lograr un mejor efecto fotográfico. Otros obtienen mejores resultados (trabajando sobre hierro y acero) haciendo un tratamiento previo a las fotografías con ácidos nítrico o clorhídrico en soluciones diluidas. Los números y letras revenidos sobre el hierro y acero muestran una coloración grisácea que no presenta excesivo contraste con el fondo.
Respecto de las armas, la labor se facilita con la posibilidad de inmersión total de las piezas a examinar en los reactivos correspondientes, método que obviamente no es factible para las partes de los automotores.
Nuestros reactivos están adecuados para cada material o distintos metales que conforman la superficie (acero, cobre, aluminio, etc.). Estos reactivos son en mayor o menor grado cáusticos, corrosivos, por los que deben adoptarse las precauciones y medidas de seguridad necesarias para la protección de los operarios, sus ropas, los utensilios utilizados, en especial el instrumental óptico (lupas, cámaras fotográficas, etc.), las instalaciones de descarga de los líquidos (piletas, cañerías, etc.), se aconsejan que las personar a operar tengan una mínima instrucción por los profesionales en el tema.
Lo ideal sería realizar esta práctica boja campana de gases o al aire libre y a la luz natural que permite la eficaz visualización de los detalles revenidos. Cuando se proyectan laboratorios especiales para la ejecución de estas tareas, debe procurarse la obtención de condiciones similares a las brindada al aire libre: campana de gases, luz adecuada, eficiente extracción de aire, estructuras anticorrosivos en paredes, techo, etc., adecuando sistemas de drenaje de los líquidos reactivos y del agua del lavado de las partes tratadas con los mismos, es útil que estos líquidos desagoten primero en una de neutralización, que se carga periódicamente con una solución de carbonado de sodio o carbonato de calcio (piedras de mármol, piedra caliza, etc.).

3.- Operaciones Complementarias:

Los metales sometidos a la operación de restauración sufren alteraciones más o menos profundas, motivadas por la acción (corrosión) de los reactivos químicos utilizados.
Como regla general, al concluir la tarea debe lavarse con abundante agua, a fin de eliminar todo resto de reactivo. Luego se seca con papel de filtro, algodón o estopa y se cubre con una capa de un líquido protector, que evita la oxidación del metal.

 
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